Qué hacer con las pilas Cada tipo de pilas tiene al menos dos metales presentes en dos formas químicas diferentes, como metales puros y como óxidos. Por lo tanto, aunque no todas las pilas son iguales ni tienen la misma peligrosidad, toda pila que tiene alta concentración de metales tiene que ser considerada como elemento de cuidado. El peligro que producen las pilas que se desechan es uno de los temas prioritarios en la agenda de los ecologistas urbanos. Ya que la pila es un elemento que contiene diferentes metales en su composición como mercurio (la mayoría de las pilas botón, pilas alcalinas y de óxido de plata) o cadmio (pilas recargables), aunque también son preocupantes otros metales como el manganeso, níquel y cinc. Cada tipo de pilas tiene al menos dos metales presentes en dos formas químicas diferentes, como metales puros y como óxidos. Por lo tanto, aunque no todas las pilas son iguales ni tienen la misma peligrosidad, toda pila que tiene alta concentración de metales tiene que ser considerada como elemento de cuidado.
Las pilas nos facilitan el uso de muchos de los aparatos que necesitamos en nuestra vida diaria, pero una vez agotadas, normalmente, se descartan con el resto de los residuos, por lo que terminan en basurales o rellenos sanitarios, pudiendo quedar expuestas a incendios y a reacciones químicas incontroladas que afectan las napas de agua, el suelo y el aire. Si se acumulan en los vertederos, con el paso del tiempo, las pilas pierden la carcasa y se vierte su contenido, compuesto principalmente por metales pesados como el Mercurio y el Cadmio, el Cinc. Estos metales, infiltrados desde el vertedero, acabarán contaminando las aguas subterráneas y el suelo y con ello se introducirán en las cadenas alimentarias naturales, de las que se nutre el ser humano. Si se incineran, las emanaciones resultantes darán lugar a elementos tóxicos volátiles, contaminando el aire. Podemos tomar como ejemplo el mercurio presente en la composición de las pilas. Esta sustancia se oxida mezclada con la basura y se libera al ambiente. Este metal y varios de sus compuestos, son bastante insolubles, por lo que podrían quedar relativamente inmovilizados en tierra o depositado en el fondo de ríos y lagos. Sin embargo los microorganismos presentes en estos ecosistemas, lo pueden transformar en metil-mercurio de mayor toxicidad y movilidad ambiental. Esta sustancia orgánica, a diferencia del mercurio inorgánico, atraviesa fácilmente las membranas celulares dado que es liposoluble y por lo tanto una vez que ingresa en la cadena alimentaria, a través de los herbívoros y peces, contamina rápidamente cada eslabón y se va concentrando, al igual que el DDT. El resultado es que cuando llega al hombre, tope de la cadena alimentaria, puede haberse concentrado varias veces y resultar letal, ya que se acumula sobre todo en la médula ósea y en el cerebro, dañando a mediano y largo plazo los tejidos cerebrales y el sistema nervioso central. El mercurio también tiene la posibilidad, de acuerdo a las condiciones ambientales, de pasar a una forma volátil y distribuirse ampliamente, aumentando los riesgos que ocasiona.
Se estima que en la Argentina se consumen un promedio de 10 pilas por persona por año, cuando se agotan, en general finalizan en la basura común. Lo ideal sería La recogida selectiva de las pilas usadas en contenedores específicos y su tratamiento adecuado constituyen la solución más lógica y más respetuosa con el ambiente. Una vez recogidas, las pilas se llevan a una planta de reciclaje donde se segregan y se separa los metales peligrosos del resto de materiales que constituyen la pila. El proceso requiere la trituración de la pila, la cual se introducen en un destilador que se calienta hasta la temperatura adecuada. La condensación posterior permite la obtención de metales con un grado de pureza superior al 96%. De la trituración de las pilas normales se obtiene escoria férrica y no férrica, papel, plástico y polvo de pila. Pero, lamentablemente, existen pocas plantas de reciclado de pilas ya que el proceso utilizado requiere un elevado consumo de energía y los tratamientos posteriores para recobrar el resto de componentes exigen una elevada inversión económica no siempre recuperable. En el país las posibilidades quedan acotadas a la utilización de los rellenos de seguridad y al empleo de las técnicas de inmovilización de pilas: vitrificación, cementación y ceramización. Con estos métodos, a la larga, lo único que hacemos con estos procesos es aislar el elemento pero el compuesto sigue estando, por lo que se convierte en un pasivo ambiental. Muchas de las campañas de recolección de pilas que se realizan todos los años en la Argentina corresponden a iniciativas de organizaciones intermedias y al interés de los particulares que se organizan porque reconocen que las pilas son altamente nocivas. Quienes lo hagan deben ser concientes que están manipulando residuos peligrosos y que el efecto potencial negativo de las pilas se multiplica cuando se encuentran concentradas en grandes cantidades. Por lo tanto, los expertos aconsejan no juntar pilas si no se sabe que se hará con ellas más tarde. Por ley Nacional N° 24.051 las pilas, por su contenido, son consideradas residuos peligrosos, que son altamente contaminantes, por lo que su manipulación en grandes cantidades debe efectuarse ateniéndose a la Ley de Residuos Peligrosos. La normativa exige la inscripción en un registro de los generadores y transportadores además de fijar las sanciones económicas y penales para quienes hayan contaminado de modo peligroso la salud, el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general. Dependiendo del caso, las penas incluyen desde un mes hasta 25 años de reclusión. En definitiva, que podemos hacer nosotros como ciudadanos con las pilas: -No juntar pilas porque se concentran los riesgos.- No mezclar las pilas nuevas con las usadas porque se reduce la vida útil de ambas.- Utilizar preferentemente artefactos conectados a la red eléctrica.- No tirar las pilas a la cloaca, ya que finalmente llegan al río y podrían contaminar el agua. En ausencia de red cloacal, la contaminación afectaría las napas.- No quemar ningún tipo de pilas ni baterías.- No dejar las pilas al alcance de los niños.- No utilizar aparatos a pilas cuando pueden ser reemplazados por otros. La solución total para este problema no existe. Un conjunto de medidas concordantes entre sí, puede mitigarlo. Mientras se avanza en que los que producen lo hagan sustentablemente, es decir dando también soluciones a los problemas que producen sus productos una vez usados, por nosotros, los usuarios, NO les brindemos la solución. Colaboremos en mitigar el potencial daño al hábitat pero presionemos con leyes que obliguen a que las soluciones y las tecnologías las brinden los que están lucrando con productos que saben que NO son inocuos para el ambiente.
Jorge debió nacer en el año 280 en la ciudad de Lidia en Siria, según unos, o en Miteline de capadocia, según otros. Criándole sus padres en la religión cristiana, pues ellos la profesaban ya al emigrar de Palestina, le dieron una educación en todo conforme con su posición social y fortuna, que debió ser considerable. Llegado a edad competente, San Jorge abraso la carrera de las armas, siguiendo el ejemplo de sus padres. Se alisto en el ejército romano y pronto se ganó el aprecio de sus jefes por su leal proceder, clara inteligencia y distinguidos modales, que le valieron a no tardar en ser promovido al grado de tribuno de la guardia imperial de diocleciano. Un manuscrito del siglo XIII y la leyenda de oro del beato Santiago de Vorágine atribuyen al joven oficial una hazaña prodigiosa y caballeresca, que es como sigue: Al ir Jorge a incorporarse a su legión, llegó a la ciudad de Selene en Libia; en un pantano de las cercanías tenia su guarida un dragón que hasta entonces nadie había podido matar. Para que no devastara la ciudad le llevaban dos ovejas cada día pero como empezaron a escasear estos animales, el rey mando que echasen una oveja y una doncella, esta era escogida a la suerte. Aconteció un día que la doncella que cayó en suerte fue la hija del mismo rey, y a pesar del dolor desventurado de su padre la joven tubo que sufrir la suerte de las compañeras. Encaminándose llorosamente hacia la cueva del dragón, cuando inopinadamente apareció un caballero armado de espada y lanza, conociendo la suerte que correría la infeliz princesa, hace la señal de la cruz y arremete valeroso contra el monstruo enfurecido. Tan tremenda lanzada le arremete que lo atravesó de lado a lado, y con el ceñidor de la joven hace un lazo, amarra al dragón y lo conduce hasta la ciudad. Una vez allí explica al rey y al pueblo porque a podido abatir al monstruo. Y dijo que fue porque imploro el auxilio del único Dios verdadero. En presencia de todo el auditorio, que prometió creer en Jesucristo y bautizarse, Jorge le dio a la fiera el golpe de gracia. Este relato nos consta en las antiguas biografías del mártir; aparece en la época de las cruzadas, y viene probablemente de oriente, no debiéndole atribuir mas veracidad y valor que un símbolo. El tributo romano es en efecto, la personificación ideal del caballero cristiano, que combate contra Satanás y los infieles en defensa de la fe, protegiendo en todo momento la debilidad que peligra. Pocas veces logro una leyenda un éxito tan grande. Para los artista de toda categoría fue ella, desde el siglo XIII hasta nuestros días, asunto predilecto que dio lugar a producciones artísticas tan numerosas como variadas, lo mismo en oriente como en occidente. La iconografía de la edad media y el renacimiento lo ha presentado (aunque no exclusivamente) en la forma de un apuesto jinete en un caballo blanco, enarbolando el estandarte de la santa cruz y embrazando una lanza con la cual acomete a un dragón que amenaza a una doncella. Viene a ser un traslado del modo como se apareció armado muchas veces peleando a favor de los fieles. La Persecución, San Jorge se declara cristiano En los comienzos de siglo IV, imperando Diocleciano, se adoptaron providencias para eliminar del ejército imperial de oriente a los numerosos elementos cristianos que en él servían. Muchos soldados tuvieron que renunciar a la profesión de las armas, aunque la persecución no paso adelante de momento. Mas cuando el césar Galerio sé junto con Diocleciano en Nicomedia, puso mucho empeño en conseguir mayor violencia contra la religión cristiana, publicandosé en dicha ciudad un edicto que ordenaba la demolición de las iglesias y la expulsión de todos los cristianos de las dignidades y cargos administrativos. Los historiadores Eusebio y Lactancio afirmaron que dicho decreto fue destrozado públicamente por un joven; y algunos biógrafos se aventuraron en escribir que ese joven fue Jorge el tribuno. Poco después, y dos veces seguidas, el fuego prendió en el palacio imperial. Galerio acusó de ello a los cristianos y consiguió del emperador, a quien la noticia impresionó, licencia para tomar sangrientas represarias contra el clero y los cristianos en de nicomedia. Rápidamente se extendió la persecución por todo el así menor y aparecieron edictos generales de sacrificar Venis Nolis a los ídolos. Lleno de dolor e indignación en vista del proceder injusto y la persecución sangrienta que eran victimas los cristianos, Jorge resolvió públicamente tomar su defensa. Distribuidos sus bienes entre los pobres, y libres los pocos esclavos que a su servicio tenia, defendió con valentía la causa de los perseguidos ante el consejo de dignatarios y jefes militares convocado por Diocleciano, y afirmo públicamente que su religión era única y verdadera, y que no se podía rendir culto a los ídolos. Al ser interrogado Jorge declaró que era cristiano, el emperador se sorprendió y ante semejante confesión le dijo: " piensa joven, lo que dices y mira por tu porvenir". Hablándole luego de los suplicios espantosos que su desobediencia a los edictos le acarrearía y por otra parte las dignidades y elevados cargos con que pensaba premiar su apostolado. A todo el tribuno contestó: " Ten entendido, OH Diocleciano, que el Dios a quien sirvo me dará la victoria, que no me han de ablandar tus ruegos ni me han de arredrar tus amenazas. Todos tus beneficios son vanos y tus promesas semejantes al humo que disipa el viento. No echo de menos los honores que me has concedido hasta el día, porque aspiro a la gloria eterna, permita el cielo que conozcas muy pronto al Dios omnipotente". Ante semejante respuesta Diocleciano enfurecido ordenó detención y encarcelamiento del oficial. Los suplicios y la confusión del mago. Aquí da principio la dolorosa pasión del mártir, los relatos de los hagiógrafos orientales describen por menudo los suplicios que en diferentes ocasiones padeció, tales como el tormento de la rueda guarnecida de cuchillos afilados, el de los garfios de hierro, la flagelación con nervios de buey, el baño en lechada de cal viva, etc. El valeroso soldado lo sufre todo con sobrehumano valor y ve luego como sus heridas quedan curadas milagrosamente. Ajuicio del magistrado, Jorge se vale de sortilegios para liberarse de las espantosas torturas que le infligen; por lo cual hace venir a un hábil mago que, para probar el incomprensible poder de Jorge, le da de beber un licor emponzoñado, el cristiano lo toma y no sufre menor daño, según promesa de cristo en su evangelio. Declara entonces frente a los idolatras que la omnipotencia puede obrar por mediación de sus hijos: puede tomar por ejemplo la vida de un cadáver. Al oír esto, el mago le pregunto si quiere revivir a un difunto que había sido enterrado cerca de la cárcel pocos días antes. Conducen a Jorge al lugar señalado, ora el santo y el muerto sale vivo del sepulcro, vencido el mago confiesa el poder del dios de los cristianos, y abandona el culto de los ídolos. Furioso el emperador ante esta noticia, ordena que el mago sea decapitado y Jorge vuelva a la prisión. De allí a poco, nuevamente comparece Jorge ante el tribunal de diocleciano. El tribunal se alzo al aire libre junto al templo de Apolo, el emperador quiere sobornarlo con tiernas palabras, le pone por delante su juventud y le promete toda suerte de honores si consiente en sacrificar a los dioses. " Pero donde están esos dioses?" Pregunta el confesor, " vamos a verlos". Y Jorge con otro portentoso milagro obliga a declarar al demonio que mora en el ídolo, que solo hay un dios verdadero, luego hace la señal de la cruz y todas las estatuas caen al suelo echas pedazos, con lo cual se provoca un verdadero motín. La decapitación de San Jorge Sobresaltada por los tumultuosos clamores del populacho acudió la emperatriz y, acercándose a Diocleciano, le declaro que enterada de lo que había ocurrido ella también se declaraba cristiana. En el paroxismo del furor Diocleciano mando que la golpearan con varas y que acabaran con su vida, y con la de tres criados suyos a saber: Apolo Isacio y Crotates, cuyas fiestas se celebran el 23 de abril. Y queriendo terminar con el joven oficial de su guardia que permanecía inquebrantablemente en su fe, Diocleciano decidió pronunciar la sentencia de muerte, Jorge fue atado a la cola de un caballo, arrastrado por toda la ciudad y seguidamente sacado extramuros y decapitado. Antes de morir, Jorge, con los ojos puestos en el cielo y sus manos levantadas y con su voz entrañable que le salía del corazón, rogó a dios perdonase a sus verdugos, y le diese la gracia de la conversión. El martirio debió tener lugar en Nicomedia o Dios polis, a principios del año 303. En efecto en ese año se hallaba Diocleciano en aquélla ciudad. El cuerpo del santo seria trasladado mas tarde a Dios polis (Lida) en Palestina, conforme a su deseo.
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